DESPERTAR

Siento tu caricia aún antes de despertar del último sueño, o quizá no, quizá tus manos paseaban por mi piel desnuda largo rato cuando tomé conciencia de ello. No recuerdo qué soñaba, pero sí la sensación placentera de mi fantasía y supongo que se debía a ti, a la caricia de tus manos tibias que me buscan cada mañana detrás de tu mirada.

Noto tus labios en mi nuca y tu olor, que me conducen al primer pensamiento consciente y tranquilizador. No estoy sola, tú me acompañas, me proteges y velas el alba. Saberlo me relaja tanto que no quiero despertar, y un suspiro se escapa de mi sonrisa mientras me ocupo en permanecer quieta y mantener los ojos cerrados.

Me palpas despacio valles y barrancos, y tus manos dóciles siguen el camino de mis leves suspiros, que trato de disfrazar de bostezos, Me sabes despierta hace rato, y te impacienta mi holganza, tus envites en mi espalda me advierten de tu expectación. Me desperezo satisfecha y me abro, y tú, dios entre los amantes, me inundas con tu calor.

Mil trinos de pájaros susurran en mi oído: Despierta tierra, ya es tiempo, el sol ha salido.


del blog de Tautina Vaiamalla "espejo opalino"