erotismo femenino... por qué ellos guiaron a la fuerza nuestro deseo durante siglos... pero siempre se mantuvo intacto en nuestro interior...
...
Lengua hacia el sol lengua a la tierra los labios me empapo sin azúcar en este encuentro. El pelo me cubre los ojos me destapo me lo ato. Miro tus ojos, después tu boca. Tu mirada se dirige a tu pija en conjunto con mis manos. Dentro de mi boca, con mi lengua nace un jugo carnal que lo impregno en la palma de mi mano. Te presto la otra, me gusta tu lengua y el cosquilleo del cual tu lengua es la culpable. Entiendo que te estoy amando, o la estoy amando. Solo quería en este invierno hamacar mis manos con amor y ese deseo. Cantarte otro poco. Un instante... no doy mas, mis manos tampoco, pero sigo sedienta mi boca se vuelve adicta aunque quiera controlarla. Un rojo amor se presenta ante vos, pero se envuelve nuevamente en mí. Atenta a tus manos, predispuesta estoy. Hay miel que recorre mi cuerpo y que desembocará en vos, y me subo a vos y te muerdo hasta los poros. Párpados, cejar, lengua, boca y tus ojos me regalan tu ardor a mí. Los gritos que tardaste en percibir los escucho y te veo, te veo besare con la misma intensidad con la que coges mis blancas nalgas. Te instalaste y recuerdo los no mientras mi cola saltaba de emoción. Últimamente tomo té de manzanilla por las mañanas. Últimamente se me paspan los labios por las madrugadas. Últimamente asomo mi mirada entre las piernas para ver cómo me seco la conchita por las mañanas. Me subí a la cajonera para ver en el estante de arriba la cajita roja que al final no usé y el paquetito suelto que quedó después de una noche de éxtasis zarpado. Últimamente yo no escribo así, yo no ví muchos ojos en este tiempo pero sí un par de pies bien blancos. Y es que a estas horas no me queda mas que fumar un par de avainillados y encender un sahumerio, disfrutar de esta soledad y de este recuerdo. Porque alguna vez sentí miedo y busqué refugios que encontré en medio de aldeas divinas, con aguas con original sabor a sierras y a la casa a media luz. Y prefiero cantarme, escucharme, toquetearme, no maquillarme y verme. Verme sobre un árbol que no va a caer. Verme las manos, las palmas de las manos en los sueños para que las pupílas puedan ser el túnel de la realidad... Y una vez mas me veo mojada esperando cruzar la avenida para llegar a casa y sé que debo esperar para chupártela como a una paletita, y sé, debo esperar y todo se acumula. Puede que no sea lo mismo. Y sé, creo que ya es tiempo, tiempo de ahogarme y desesperarte y escucharte reír mientras te veo mío ahí. Creo que también es tiempo de dejarme a mí amarte a vos, mamarte a vos. Entonces, por un instante inmenso en flor musical, resistió. ¿Querer que me hagas la cola e amor? sí.
Lemonchelí
Me enoja mucho que para ver series de tv donde la gente se caga a palos se liquidan y salpican gente no hay censura, pero si se ve una foto del pene de un hombre y no hablo de sexo explicito, la censura es atroz.
A nuestros amigos de Kamadeva les eliminaron la web de su comunidad por censura, mientras logran solucionarlo los encuentran en:
http://www.facebook.com/eventoskamadeva
A nuestros amigos de Kamadeva les eliminaron la web de su comunidad por censura, mientras logran solucionarlo los encuentran en:
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COMENTARIO
Extraño tu boca jugosa que
empalaga, los pedazos de amor que entregás a tus propias espaldas,
escondiéndote incluso de vos.
El líquido amnésico de tu
intuición amalgamada de deseo y tu intención de disimular que no sea más.
La prosperidad de tu cuerpo
sobre el mío y la estupidez del que no se note.
Extraño el ímpetu de tus
caderas apunando mi deseo y la magnificencia de tu conducción hacia mi amplio
placer. Las bocanadas de deshielo que le imponés a mi materia. Los elogios de
tu pubis.
Extraño el roce de tu aliento
que lastima mi quietud y la negligencia de mis gemidos indómitos.
Extraño tu mirada impúdica
que me modifica las rimas de nuestros encuentros, amalgamándonos uno dentro del
otro. Los susurros jamás dichos. El sabor de tu lengua, la enumeración de los
desmanes que me provocás.
Extraño el mucho y el todo,
la totalidad de tu presencia. La perfección de tu accionar y la pulcritud de tu
bálano.
Demando más, demando eso que
me mezquinás. Demando no extrañarte y que tus miedos no intervengan. Los pros y
los contras y los “demases” que se
esfumen.
Demando que le hagas caso a
tus quiero e ignores a tus debo.
Demando que te hamaques sobre
mí, que me sometas a ese placer perpetuo.
Demando no extrañarte, a que
no me inventes excusas parapléjicas que ni vos te crees.
Reniego olvidarme de tu
aliento, de la perfecta conjunción que hacíamos el uno debajo del otro. Incluso
reniego de perder el refriego de tu psoas, pendiente de mi ritmo. Del grito
arrancado de mí inconsciente.
Declino lo que siento en pos
de mi placer.
Declino el sabor a revivirte
si me regalás una vez más.
Prometo que la despedida será
veraz, incondicional y solemne. Precoz para mi gusto, pero respetando a tu otro
yo, que te domina, que te cabalga y somete.
Prometo que estas últimas
palabras, son mi última crítica.
Pero también prometo no
olvidarme de tan perfecto placer que me entregaste, de que te extrañé y
demandé. Que renegué y decliné, y sobre todo prometo no volver a prometer.
Valy Wainer
Valy Wainer
Oración
Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una como mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.
Con esta sed quemándome.
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.
Juan Gelman
Sea tu sangre una como mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.
Con esta sed quemándome.
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.
Juan Gelman
mayo es el mes nacional de la masturbación en estados unidos
Desde 1995 mayo fue designado como el Mes Nacional de la Masturbación en Estados Unidos; por ello estos días se aprovechan para hablar sobre las mieles de esta ancestral y polémica práctica.
Primero que nada queremos pedirles una disculpa por haber olvidado durante las primeras semanas de mayo que este es, al menos en Estados Unidos, el Mes Nacional de la Masturbación. Afortunadamente aún queda más de una semana para apoyar fervientemente la iniciativa sin abusar de nuestra fisiología. Desde 1995 fue instaurada en San Francisco esta singular celebración dedicada a estimular (literalmente) tan ancestral práctica, así como revisar algunos de los beneficios científicamente comprobados que el masturbarte puede reportar a tu salud sexual.
Todo comenzó hace ya 16 años cuando la Dra. Joycelyn Elders, quien había sido nombrada Cirujana General de EUA (en un acto histórico por ser la primera persona de origen afroamericano que recibía este nombramiento), fue interrogada sobre la masturbación, luego de su discurso en el Día Internacional del SIDA, en las Naciones Unidas. Elders respondió: “Creo que es algo propio de la sexualidad humana que debería de ser enseñado”. Esta respuesta le costaría, en una absurda decisión por parte de las autoridades, su puesto.
En reacción ante el ridículo despido de la Dra. Elders, la compañía Good Vibrations, dedicada a la elaboración de juguetes sexuales y a difundir educación progresista sobre la sexualidad, decidió designar al mes de mayo como el Mes Nacional de la Masturbación en Estados Unidos, con el fin de organizar conferencias y financiar estudios en torno a la masturbación, abordada no como un tabú sino como un ejercicio al cual el ser humano ha recurrido, en forma masiva, a lo largo de su historia. Y ahora, 16 años después, esta conmemoración se ha institucionalizado, implicando un gran progreso educativo alrededor de esta práctica.
Históricamente la masturbación ha sido condenada como un acto impúdico e incluso inmoral entre sociedades alrededor del mundo, utilizando argumentos un tanto retrógradas y difundiendo caricaturescos males supuestamente producidos por masturbarte. Por otro lado, y como una postura crítica mucho más respetable, se encuentra una corriente que opina, en buena medida fundada en la tradición oriental del manejo de energía, que la masturbación no es recomendable, al menos en el caso masculino, en el sentido en que implica la eyaculación del hombre y con ello un proceso de auto-drenaje energético. Sin embargo, parece más o menos claro que la desinformación promovida alrededor de la masturbación para infundir temor moral o fisiológico parece algo más nocivo que en sí que el hecho de “auto-complacerte” sexualmente. Y en todo caso algunos estudios científicos han detectado ciertos beneficios que puede traer (sin contar que, para algunos, la masturbación es el único recurso sexual infalible contra las enfermedades venéreas):
Para el hombre
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Protege a la próstata de infecciones e incluso puede reducir la posibilidad de contraer cáncer en esta glándula.
Para la mujer
- Combate infecciones vaginales
- Reduce el dolor pre-menstrual
Combate el dolor crónico de espalda
click acá para ver nota original de pijamasurf
QUIERO
Quiero tocarte. Recorrerte
como si fueras un juego de unir con líneas tus lunares arrastrando mi lengua de
uno en uno.
Deambular mi boca por la
tuya. Babear tu oreja, tus recuerdos. Impregnarme.
Y apoyando mis pezones en tus
hombros, cubro cada milímetro de vos, toda tu espalda, dirigiendo mis uñas a
cada rincón que te estremezca.
Adivino tu deseo y recorro
mil kilómetros provocando tu entrepierna. Hasta llegar a lamer el comienzo de
tu pubis con la punta urgida de mi lengua.
Endulzo tu estructura, chupo, babeo; con manos, alma, boca.
Subir. Buscar tus labios, tu
lengua, tus comisuras. Extirpar la desazón e incrustar mi ansiedad. Estorbar
tus dientes, columpiarme sobre vos.
Mientras, ya añoro tu nuca;
lo suplo jugando con tu pelo.
Desesperar mi interior, te trepo
con mis muslos tiesos, conjugarnos a noventa grados.
Indigestos gemidos al oído
claman por ser gritos. Erizados mordiscos relevan tus fetiches.
Es la exacerbación misma del
averno.
Obedezco de piernas abierta, doblegada,
en llamas.
El privilegio irritado de mi
superficie, obsequio del íntimo resguardo. Es mi pequeño monte edificado,
indómito y domado. Es tu lengua y tu saliva en placer desmesurado. Es la unión,
es casi fatuo de tu parte, exagerado, es el fascinar del ser farsante.
Compasivo me entregás el
alivio.
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